Enclavado en la pintoresca Calle Traductores, 18 de Valladolid, emerge El Lagar de Venancio, un remanso culinario dedicado al encanto mediterráneo. Con su especialidad en brasa, cada plato se convierte en una danza de sabores. Destacan majestuosamente el chuletón de vaca vieja, macerado y ofrecido en su punto perfecto de brasa, las suculentas almejas a la sartén y el pulpo, delicadamente ahumado. Los gambones flembeados al ajillo son un festín para los sentidos. Y para cerrar con broche de oro, los postres caseros conquistan paladares exigentes, sellando así una experiencia inolvidable.